El matemático inglés Alan Turing fue uno de los pioneros más importantes en la creación de lo que se convertiría en La Teoría de la Computación.
En 1931, decidió reformular ciertos resultados de la lógica matemática expresando las formulaciones de teoremas en términos de algoritmos que podían ser interpretados por una máquina teórica.
Lo que pretendía Turing era estudiar los límites de las máquinas que realizaban cálculos automáticos. Era un tiempo en que se estaban sentando las bases de cómo serían los computadores. Ya era posible contar con los elementos para construir estas máquinas y Turing quería ver cuál era el poder de éstas y hasta qué punto serían capaces de ayudarnos a resolver problemas complejos.
Turing describió una máquina teórica que manipula los símbolos escritos en una larga cinta de acuerdo a una tabla de reglas. La máquina de Turing consta de un cabezal que puede leer y/o escribir en una cinta infinita de papel. La máquina puede realizar sólo las siguientes operaciones: avanzar el cabezal hacia la derecha, avanzar el cabezal hacia la izquierda, leer el contenido de una celda de la cinta, borrar el contenido de una celda y escribir en la cinta.
En 1937, publica un famoso artículo que desarrolla el teorema de Gödel, y que puede considerarse como el origen oficial de la Informática Teórica.
Las máquinas de Turing fueron propuestas por Alan en un intento para dar una definición matemática precisa de algoritmo o procedimiento mecánico. Los primeros trabajos de Turing y Alonzo Church abrieron la rama de la lógica matemática, que eventualmente se convertiría en la Teoría de Funciones Recursivas.
La máquina de Turing, mecanismo que formaliza el concepto de algoritmo, que pretende ser lo suficientemente general como para resolver cualquier problema posible (siempre que sea computacionalmente abordable), se introduce para demostrar la validez de los postulados de Gödel. Es decir, Turing demuestra que existen problemas irresolubles, inasequibles para cualquier máquina de Turing, y por ende, actualmente, para cualquier ordenador. Al ser la máquina de Turing un modelo ideal de máquina capaz de adoptar una infinidad de estados posibles, resulta obvio pensar que su realización está fuera del alcance práctico. Sin embargo, debido a la gran capacidad de los ordenadores actuales, la máquina de Turing resulta ser un modelo adecuado de su funcionamiento.
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